miércoles, 5 de septiembre de 2012

capítulo 37: te espío

Me quedo paralizada soy incapaz de encontrar la respuesta adecuada. No puedo verme pero se perfectamente que me acabo de poner roja, muy roja, como un tomate.
Por suerte Dani se da cuenta e intenta arreglar la situación.

Dani: tranquila -dice al fin - que si no te encanto, ya te encantaré -pronuncia con una sonrisa picara.
Anna: a ti no hay quien te cambie - gracias a Anna y a su "ayuda" ya no me veo obligada a contestar.

Tras unos minutos salgo de maquillaje no sin antes dedicarle una última mirada asesina a Dani, por el mal trago que acababa de hacerme pasar.

No había llegado todavía al camerino cuando me vibro el móvil... era un whatshap.

"a mi no me mires así... y no me odies que esta tarde te compenso"

Contesté al instante...

"ya te dije que esta tarde tengo repor..."

"lo sé, pero también sé que solo es una rueda de prensa y en una hora como máximo estas lista"

"me espías?"

"no... solo intento mantenerme informado y conocer tus movimientos..."

"no intentes que quede bonito... me espías y punto"

No tardábamos más de un minuto en contestarnos y parecía ridículo ya que lo tenía a tan solo unos metros de mi...

"vale, lo reconozco... te espió... pero tengo mis motivos"

Me acomodo en el sofá de mi camerino antes de contestarle.

"¿ah sí? y cuales son si se puede saber"

Esta vez no me contesta al instante, intento no ponerme nerviosa pero es inevitable. A los pocos minutos llaman a mi camerino y abro la puerta sin despegar la mirada del móvil. Solo espero su respuesta que no llega.

*: puede saberse... -oigo la voz de Dani y alzó la mirada para contemplar que el que acaba de llamar a la puerta es él.

Sin esperar mi respuesta cierra la puerta y me lleva al sofá, donde me tumba y cae lentamente sobre mi.

Dani: te espío -dice susurrando en mi oído - porque gracias a que lo hago, sabía que estabas sola y he podido venir hacer esto - robando un beso de mis labios - te espío para asegurarme de que no inventas ninguna excusa para no verme - sus labios se dirigen a mi cuello - te espío porque siento una maldita necesidad de saber a cada rato donde estás - desvía sus besos hacía el otro lado de mi cuello - te espío casi desde que te conozco - esta vez besa mi mejilla - sin que te des cuenta siempre sé y he sabido de ti...-beso mi otra mejilla - no quiero que pienses que estoy loco, pero...
Yo: pero nada...

Esta vez soy yo la que busca sus labios y los besa ferozmente, mientras intento colocarme encima de él.

El sofá es tan pequeño que al intentar girarme termino tirándonos a los dos al suelo.

Dani: ¿te has echo daño? - pregunta aguantándose la risa.
Yo: un poco - colocándome encima suyo sin importarme que estábamos en el suelo - pero si me espías tanto, supongo que sabrás como curarme...

Sonrió picaramente y casi sin darme cuenta vuelvo a estar debajo suyo, Dani empieza a recorrer mi cuerpo con dulces besos, mientras aprovecha para quitarme poco a poco la ropa que llevo puesta.

Cuando se deshace de todo vuelve acercarse a mis labios y justo antes de besarme. Justo antes de hacerme suya...ocurre.

Dani: yo también te quiero...

Pronuncia esas palabras y vuelve a besarme, como si no hubiera dicho nada importante, como si no se hubiera dado cuenta que tras pronunciar esas palabras ha paralizado mi mundo, sin darse cuenta que todo ha cambiado...

Y todo vuelve a empezar, te das cuenta de que vuelves a ser esa niña inocente que ya estuvo en sus brazos hace mucho tiempo. Vuelves a su lado y ahora que vuelves, confirmas que ese sentimiento no lo sientas tu sola confirmas que te quiere, aunque en el fondo ya lo sabías... pero quizás, quizás necesitabas que él lo dijera.

Lo necesitabas, para conseguir que todos tus miedos desaparecieran, lo necesitabas para volver a creer en él.

Tras su "te quiero" todo vuelve a darte igual. Deja de importarte el mañana y estás dispuesta a vivir el presente y nada más. Vives el presente porque estás segura de que el presente es él... y aunque no quieras reconocerlo sabes que aún queda un larga camino para que este presente se convierta en tu futuro.... en tú siempre.

domingo, 26 de agosto de 2012

capítulo 36: 30 minutos



Acabamos de salir a la calle, Dani sin pensarlo empezó a caminar rumbo a su coche pero yo caí en que había llegado a su casa en el mio.

Dani: ¿Qué haces?  -parándose en mitad de calle.
Yo: veras – agachando la mirada – mi choche está por ahí – señalando la dirección con el dedo índice.
Dani: ¿y? –acercándose a mi – vamos al mismo sitio ¿no? –Asentí – pues podemos ir juntos – susurrando en mi oído y depositando un beso en mi mejilla– además así me aseguro un plan para esta tarde.
Yo: ¿Qué plan? –pregunté intrigada.
Dani: una muy sencillo – agarrándome de la cintura – pasar otra tarde contigo. Al salir de plato alguien tiene que llevarte ¿no? Y Pedroche yo soy todo un caballero –solté una leve carcajada.
Yo: tu plan suena bien pero –recordando que algo iba a impedirme pasar la tarde con él – esta tarde tengo repor – vi como su sonrisa desaparecía – y es mejor que llege a plato con mi coche, para poder desplazarme con Moni al lugar del reportaje…
Dani: - metiéndose las manos en los bolsillos – parece que hoy va a salirme mal la jugada…
Yo: eso parece –sonriendo tiernamente.
Dani: Algo se me ocurrirá, pero hoy pienso pasar más de 5 minutos a tu lado – volviendo a susurrar en mi oído.
Yo: a ver con que me lías esta vez – volviendo a sonreír.
Dani: te veo en un rato – apartándose levemente de mí – vamos a ver quien llega antes –dirigiéndose a su coche
Yo: ¿me estás retando? – chillando para que me oyera.
Dani: puede…

Vi como se metía en el coche y se despedía con la mano. Entonces lo confirmé, me estaba retando. Me dirigí hacia mi coche lo más rápido que pude y cogí un atajo para poder llegar antes que él.

Nada más llegar al aparcamiento comprobé si estaba el coche de Dani. Por suerte no estaba, así que podríamos decir que había ganado. Sonreí satisfecha y me dirigí hacia mi camerino para leer el guion.

A los pocos minutos picaron a mi camerino. Sabía que era él así que le abrí con una sonrisa triunfante.

Yo: parece que te he ganado –dejándolo entrar en mi camerino.
Dani: bueno no te lo creas tanto –sentándose en el pequeño sofá – he tenido que hacer una pequeña parada técnica – fue entonces cuando observé que llevaba una bolsa entre las manos.
Yo: con parada técnica o sin parada técnica la cuestión es que te he ganado – sentándome en la silla - ¿Por qué has tenido que parar?
Dani: -abriendo la bolsa que traía – he recordado que al final ni tu ni yo hemos desayunando – en ese momento recordé que aunque pusimos hacer el café ninguno se acordó de tomarlo.

Dani sacó de la bolsa un par de cafés con leche y unos croissants de chocolate. Desayunamos en mi camerino entre risas y miradas cómplices. Dándome cuenta que a día de hoy todavía era incapaz de expresar todo lo que sentía cuando le tenía cerca. Cuando dedicaba parte de su tiempo a pasarlo conmigo.

Al poco rato escuchamos como Meri empezaba a llamarme para que me dirigiera a maquillaje.
Dani: -mirando el reloj – 30 minutos… no esta mal – sonriendo.
Yo: ¿Cómo? –sin entender nada.
Dani: te dije que hoy pensaba pasar más de 5 minutos a tu lado – levantándose y acercándose a mi – y ya van 30 – arrodillándose para quedar a mi altura ya que seguía sentada en la silla – me ha gustado desayunar contigo…

Sus labios se apoderaron de los míos y al principio no supe como reaccionar, ese beso me había pillado por sorpresa, pero me encantaba. En realidad todo lo que estaba pasando esa mañana me estaba pillando por sorpresa…

Yo: -separándome levemente – Dani tengo que ir a maquillaje.
Dani: poniéndose de pie y extendiendo su mano para ayudarme a levantar – es verdad – dándome un pequeño beso en la nariz – nunca entenderé porque tienen que maquillarte, así ya estás preciosa.
Salió de mi camerino dejándome con la palabra en la boca y yo me dirigí a maquillaje.

Cuando estaban a punto de terminar vi como Dani aparecía por la puerta y se sentaba justo a mi lado para que le maquillaran.

 Dani: ya estoy aquí –acomodándose en la silla –ponme guapo, que si no mis fans se quejan.
Yo: no pude evitar contestarle en lugar de la maquilladora – pobre chica, le estas pidiendo que algo casi imposible… no creo que lo consiga – me apetecía picarle – Dani todas sabemos que en realidad no gustas a nadie.
Dani: - girando la cara para mirarme - ¿a nadie? ¿Ni siquiera a ti?

Todos los presentes se quedaron esperando mi respuesta, pero en ese momento no sabía que decir. Dani había vuelto a dejarme sin palabras.

viernes, 17 de agosto de 2012

capítulo 35: tú


Son las 10 de la mañana, Dani sigue dormido así que decido ir a darme una ducha para que cuando se levante, el baño este desocupado y puedo arreglarse tranquilamente antes de ir a trabajar.

Entro en la ducha el agua casi hirviendo cae sobre mi. Cierro los ojos mientras me enjabono el pelo y empiezo a tararear una canción. Una canción cualquiera, la primera que se me pasa por la cabeza. Creo un mini concierto privado en la ducha, ajena a que alguien puede estar escuchándome.

Ajena a todo, evadida del mundo, hasta que notó unos manos acariciando mis brazos y me giro asustada.
Yo: Dani – tapando mi cuerpo con mis manos.
Dani: ¿Qué haces? – Acercándose a mí y apartando mis manos de mi cuerpo – te recuerdo que llevo toda la noche viéndote así – susurrando en mi oído - ¿ya no cantas?
Yo: -apartándole levemente – no, solo canto si estoy sola – haciendo énfasis en esa última palabra -  sal.
Dani: ¿me estás echando de mi propio baño? – mirando mi cuerpo pícaramente mientras yo volvía a taparme.
Yo: si… - haciendo fuerza contra su pecho para que no se acercara a mí.
Dani: demasiado tarde – apartando mis manos – ya estoy dentro.

Vuelve acortar la distancia que nos separa y besa esta vez mis labios, mientras me empotra contra la pared.
Yo: Dani… - quejándome ya sin fuerzas.
Dani: deja de quejarte y dame los buenos días – separándose un instante de mi boca para acto seguido volver a besarme.

Una vez más le hago caso, como él dice nos damos los “buenos días”, y para que negarlo me encanta. Esos miedos iniciales, esos miedos de esta mañana, ese miedo a que lo de anoche solo hubiera sido un polvo más, desapareció en cuanto noté que entraba en la ducha.

Salimos del baño y mientras se hacia el café fuimos a cambiarnos.
Dani: ¿vas a ponerte lo mismo de ayer? – observado como cogía mi ropa del suelo.
Yo: ¿Qué quieres que me ponga? –sin hacerle mucho caso.
Dani: ayer te dije que aquí seguías teniendo ropa – señalando una cajonera de su armario.

Sonreí y empecé a buscar mi ropa. En esa cajonera quedaban un par de camisetas y pantalones junto con algún conjunto de ropa interior.
Me decidí por uno y observe a Dani detenidamente.
Dani: ¿Qué? –a punto de quitarse la toalla que llevaba atada a la cintura y empezar a cambiarse.
Yo: déjame sola ¿no?
Dani: -soltando una carcajada - ¿no te puedes cambiar delante mio? – Dejo caer su toalla al suelo quedándose desnudo – mira es muy fácil– cogiendo unos calzoncillos y poniéndooslos rápidamente, mientras lo observaba embobada - ¿ves? – cogiendo esta vez los pantalones – ya casi estoy…

Se sentó en la cama para ponerse los zapatos y yo me giré dándole la espalda y dejando caer mi toalla, para vestirme igual que él. Todavía no me había empezado a vestir y ya podía notar su mirada clavada en mi cuerpo.

Yo: -girándome para confirmar que me estaba mirando – Dani…
Dani: ¿Qué? –sin apartar la vista.
Yo: que no mires –rechistando.
Dani: ¿ah que tú no has mirado mientras yo me vestía no? ¿ah, no?
Yo: -disimulando – pues no.
Dani: mientes fatal…
Yo: para lo que hay que ver.
Dani: -mirándome perplejo y con la boca abierta - ¿perdona? ¿Qué estás insinuando?
Yo: nada – terminando de vestirme  y acercándome a él – sabes que me encanta – dándole un pequeño beso mientras desaparecía por la puerta.
Dani: ¿Qué te encanta? – abrazándome por la espalda mientras depositaba un beso en mi mejilla.
Yo: tú.

jueves, 9 de agosto de 2012

capítulo 34: esas palabras


Despierto pero no abro los ojos. Noto unos brazos rodeando mi cintura, pero no me asusto, sé que es él. 

Me pego a su pecho mientras recuerdo como hemos llegado aquí…


Dani: ¿Dónde vas? – acaba de levantarme de la cama en busca de mi ropa.

Cris: a mi casa – agachándome para coger el vestido.

Dani: no  - sentándose en la cama y cogiéndome de la cintura – quédate a dormir, por favor, no te vayas tan pronto

Yo: - rodeando su cuello - ¿pronto? – Sonriendo – son las 4 de la mañana…

Dani: por eso es muy pronto – pegándome más a él y volviéndome a tirar en la cama, mientras volvía  a llenarme a besos - ¿y bien? –Cogiendo mi cara para saber mi respuesta - ¿te quedas?

Yo: ¿alguna vez he sido capaz de decirte que no? – Poco a poco volvía acercarse a mi boca – pero tienes que dejarme un pijama…

Dani: ¿pijama? –Sonriendo pícaramente – tú duermes así – mirándome mi cuerpo.

Yo: no – apartándome un poco – nos conocemos y si me quedo así se te escaparan las manos…

Dani: ¿y? – subiendo poco a poco sus manos por mi barriga - ¿no puedo tocar?

Yo: mira que eres tonto – apartando sus manos de mi barriga.




Sonrió al recordar esos momentos, me separo para comprobar que seguimos desnudos, que como siempre él acabó ganando. Vuelvo a pegarme a él, abrazándole fuertemente. Él sigue dormido, quizás por eso no se queja, quizás por eso estoy siendo tan cariñosa, porque cuando despierte, todo puede cambiar…

Como de costumbre, como siempre no habíamos hablado del tema. No sabía si esta noche había sido el inicio de algo o simplemente una noche más. Otra de nuestras idas y venidas, otro de nuestros encuentros que al final acaban en nada.

Me separé de él levemente y me apoye en el cabecero de la cama. Mis manos empezaron acariciar su pelo mientras deseaban que no despertara, que ese momento no terminara nunca. No quería que esa fuera la última vez que lo veía así, entre mis brazos, como un niño pequeño.

Es entonces, cuando le tienes a tu lado, cuando no puedes dejar de mirarlo, cuando sientes que el corazón se te va a salir por la boca, cuando eres feliz.

Ese es el momento, no puedes callar tus sentimientos y acabas pronunciando esas palabras. Esas palabras 
que hace tiempo que sientes pero que todavía no te has atrevido a decirle y que repente salen sin más, sin poder retenerlas, sin poderlas callar…

Yo: te quiero…

Sonrió y me llevo la mano a la cabeza sorprendida por lo que acabo de decirle. Escondo mi cara entre mis manos, avergonzada, incrédula… entonces caigo, él está a mi lado y quizás me ha escuchado.

Aparto mis manos y lo miró atemorizada, pero por suerte sigue dormido. Quizás no lo ha escuchado pero él sabe que le quiero…

viernes, 27 de julio de 2012

capítulo 33: la cena



Llegué a su casa. Por suerte, la puerta de su portal estaba abierta. Cogí el ascensor y subí hasta su piso. Estaba nerviosa, histérica con muchas, muchas ganas de verle.

Piqué al timbre más de 5 veces, me podía el ansia de verle, de hacer lo que deseaba, sin preguntar nada más.

A los pocos segundos escuche sus gritos.
Dani: ya voy –sonreí al escucharle.

Abriéndola la puerta.
Yo: Hola –sin dejar de sonreír.

Antes de que contestará me tiré a sus brazos y me apoderé de sus labios. Al principio Dani se sorprendió pero en seguida rodeo mi cintura y me siguió el beso.

Cerró la puerta de su casa sin dejar de besarme y nos adentramos poco a poco a su salón. Me despegué unos centímetros de su boca y sonreí al ver que tenía la mesa preparada, con alguna que otra vela.

Dani: ¿quieres cenar? –subiendo sus manos a mi cara y apretándola dulcemente.
Yo: quiero cenar esto – sonreí pícaramente y le mordí el labio.

Tras escucharme Dani me cogió en brazos, cual princesa y me llevo hasta la cama. Una vez allí se colocó encima mio y sus besos bajaron lentamente a mi cuello.

Le empuje lentamente para colocarme encima de él, con mis piernas al lado de su cintura. Moría de ganas de estar con él, pero me apetecía hacer ese instante eterno, me apetecía jugar…

Lentamente sin cambiar de posición empecé a desabrochar uno por uno los botones de su camisa, mientras iba recorriendo con mis besos cada trocito de piel que iba quedando al descubierto.

Lentamente llegue hasta el limite de su pantalón, le sonreí pícaramente y desabroche su cinturón, las malos de Dani hacia un buen rato se habían perdido en el interior de mi vestido. Cogí sus manos apartándolas de mi trasero y las coloqué una a cada lado de la cama mientras colocaba mis piernas un poco más debajo de su cintura, sin cambiar de posición.

Baje la cremallera de su pantalón, él sabía perfectamente lo que estaba a punto de hacer.

Baje sus pantalones hasta dejarlos caer en la cama y empecé a bajar lentamente sus calzoncillos, Dani no dejaba de mirarme mientras acariciaba cualquier parte de mi cuerpo a la que sus manos podían llegar.

Cuando me deshice de sus calzoncillos, subí de nuevo hasta su cintura y me entretuve un rato besando, acariciando y jugando con su parte más intima.

Notaba como de vez en cuando Dani soltaba algún leve gemido mientras sus manos acariciaban mi pelo.

Pasados unos minutos Dani se incorporo, cogió mi cara entre sus manos, apartándome del lugar en el que  estaba y me beso mientras se coloca encima mio.

Sus besos bajaron a mi cuello y cuando se acercó a mi oído susurro…
Dani: ahora me toca a mí.

Sonreí al escucharle y me puse de espaldas para que pudiera desabrochar mi vestido. Al igual que yo, bajo la cremallera, lentamente, haciéndome desesperar y besando cada centímetro de mi cuerpo.

Una vez desabrocho la cremallera se entretuvo desabrochando el cierre del sujetador mientras no dejaba de besar mi cuello provocando que mis ganas aumentaran sin control.

Volvió a darme la vuelta y volvió a besarme mientras sus manos deslizaban el vestido por todo mi cuerpo hasta conseguir deshacerse de este.

Sus besos bajaron lentamente esta vez había mi pecho donde se entretuvo un buen rato, mientras mis manos se perdían en su pelo.

Poco a poco sus besos fueron bajando hasta topar con mi ropa interior. Dani sonrió y al igual que yo hiciera con sus calzoncillos se deshizo de la última prenda con sumo cuidado.

Cogió mis piernas y las doblo, hasta conseguir que la planta de mis pies estuviera tocando la cama. Estaba a punto de perderse entre mis piernas cuando lo detuve.
Yo: no…
Dani: ¿Cómo que no? –alzando un poco la cabeza para verme – tú también lo has hecho.

Sonrió y sin darme tiempo a contestar volvió a esconder la cabeza entre mis piernas. Mil sensaciones recorrieron mi cuerpo mientras él besaba la parta más intima de este.

Las ganas de que no terminara nunca, se mezclaron con las ganas de más. Con las ganas de que parara y por fin se adentrara dentro de mí.

Pasados unos minutos arqueé la espalda mientras soltaba un leve gemido. Dani alzó la cabeza y poco a poco empezó a deslizar sus besos por su cuerpo hasta llegar a mi boca de nuevo.

Mientras lo besaba con pasión, casi sin darme cuento se adentro dentro de mí. Cuando lo sentí no puede evitar soltar un agudo gemido dentro del beso provocando la risa tonta de Dani.

Yo: No te rías –dándole un pequeño golpe en la espalda mientras él no paraba de moverse.
Dani: pues no chilles de esa manera – volvió a sonreír.
Yo: es que si no me avisas… - estaba vez fui yo la que sonreí mientras escondía la cabeza en su cuello.
Dani: no lo hago porque me encanta que hagas eso – se separó un poco para volver apoderarse de mi boca.

Tras un sinfín de respiraciones entrecortadas, tras un sinfín de pequeños gemidos por parte de los dos. Terminó separándose de mi y colocándose a mi lado en la cama.

Ambos nos quemados mirando el techo, mientras intentábamos que nuestras respiraciones volvieran a ser normales.

Tras unos minutos en silencio el decidió hablar.
Se colocó de lado en la cama mientras su mano recorría todo mi cuerpo de arriba abajo.

Dani: ¿y la cena?
Yo: - a pocos centímetros de su boca – que siga esperando.

lunes, 23 de julio de 2012

capítulo 32: te quiere.



Estaba nerviosa, nerviosa y descolocada, no sabía porque había aceptado ir a cenar con Dani, no sabía porque seguía sin poder negarle nada.

Estaba a punto de terminar el reportaje. Era casi media noche y la mayoría de famosos ya habían pasado por el potocall y ya se habían sometido a otra de mis características entrevistas, a veces sin ningún sentido.

Estaba ayudando a Moni a recogerlo todo cuando una mano se poso en mi espalda.

*: Cris –estaba de espaldas. Esa voz que acababa de hablar era de chica pero era incapaz de reconocerla.
Yo: ¿si? –girándome para ver quien me estaba hablando, para mi sorpresa era Lara.
Lara: ¿Cómo estás? –sonreí nerviosa incapaz de entender porque se había acercado a mi.
Yo: bien, supongo –agachando la mirada tímidamente - ¿tú?
Lara: bien –sonriendo dulcemente – te sorprenderá que me haya acercado a ti ¿no?
Yo: un poco la verdad –sonriendo tímidamente.
Lara: verás… seguramente vamos a coincidir en muchos photocall y no quiero malos rollos contigo –volviendo a sonreírme  - mi historia con Dani es agua pasada y si estáis juntos… -la interrumpí.
Yo: Dani y yo no estamos juntos.
Lara: ¿no? –Parecía sorprendida – pero si él me dijo… -callando antes de terminar la frase.
Yo: ¿Qué te dijo? –ahora la sorprendida era yo.
Lara: cuando lo dejamos, cuando le conté que seguía enamorada de Sergio… Dani no se enfado conmigo, él me dijo que también seguía enamorado de alguien de su pasado y al veros el otro día en ese restaurante supuse que ese alguien eras tú – sonriendo tímidamente.
Yo: ¿y porque tendría que ser yo?
Lara: porque te come con la mirada – soltando una leve carcajada.

En ese momento había olvidado por completo que estaba ayudando a Moni a recogerlo todo pero está se acercó a mi para recordármelo.
Moni: Bueno Cris –acercándose a nosotras – ya lo he recogido todo, gracias por la ayuda –en tono irónico - ¿nos vamos?
Cris: -riéndome – lo siento – con cara de niña buena – si, ahora voy.

Moni se perdió entre la gente dejándome sola de nuevo con Lara.

Cris: bueno me tengo que ir – acercándome para darle dos besos – y no te preocupes que no va haber malos royos entre nosotras.

Cuando estaba a punto de perderme entre la gente rumbo al coche Lara dijo una última cosa que acabo de despejar mis dudas.

Lara: Cris –llamándome y provocando que me girará – hazme caso, él te quiere.

Sonreí al escuchar esas palabras y ahora si fui hacia mi coche. Dejé a Moni en su casa y justo antes de poner rumbo a la casa de Dani me aseguré de que estaba despierto.

“ya he terminado… ¿estás despierto?”

Eran casi las 12 de la noche y me contestó al instante.

“te dije que te esperaba…”

Sonreí al leerle.

“en 15 minutos estoy ahí”

Guarde el móvil y fui rumbo a su casa. Por primera vez tenía muy claro que iba a pasar esa noche, por lo menos por mi parte…

martes, 17 de julio de 2012

capítulo 31: por todo


Decidí que no quería saberlo, que no quería volver a quedarme con la cara de idiota al ver un nuevo desplante, que no quería preguntar.

Miré el reloj ya eran las 2.30, miré mi móvil lleno de llamadas  y whats de gente del equipo preguntando donde me había metido.

Dani: Cris… -seguía delante mio mirándome fijamente.
Yo: -interrumpiéndole – ahora no – poniendo mis dedos encima su boca para que callara – ahora vístete nos están esperando.

Me incliné para coger mi ropa empapada y me quedé observándola intentando averiguar que hacer con ella, estaba demasiado mojada como para ponérmela pero no podía quedarme desnuda.

Dani: creo que en mi armario sigue habiendo una muda tuya de cuando te quedabas…
Yo: -sin pensar lo que iba a decir - ¿Qué pasa que guardas mudas de todas?
Dani: no –agachando la mirada.
Yo: ya… ¿de Lara tampoco? – otra vez sin pensar lo que decía.
Dani: ¿algún día cruzaremos más de dos palabras sin que menciones a Lara? – acercándose de nuevo a mi.
Yo: lo siento – apartando la mirada y dirigiéndome hacía su habitación para cambiarme.

Detrás mio apareció Dani que se tumbo en la cama. Parecía que seguía un poco mareado.
Yo: ¿estás bien? –terminando de colocarme los pantalones.
Dani: si –incorporándose levemente.
Yo: pues toma – tirándole un pantalón, una camiseta, unos bóxer y unos calcetines a la cama – date prisa por favor.

Estaba a punto de salir por la puerta de la habitación, para dejar que se  cambiara solo, pero cogió mi mano para detenerme.

Dani: ¿Por qué haces esto?
Yo: ¿el que? –intentando soltarme.
Dani: esto – señalándose - ¿Por qué me cuidas tanto?
Yo: porque lo necesitas – dedicándole una dulce sonrisa mientras esta vez si me soltaba de su mano – no tardes mucho.
Dani: oye – volví a detenerme para escucharle – gracias por todo pequeña.
¿Pequeña? Otra vez pequeña y otra vez mi gesto de siempre al quedarme sin palabras.

Salí de su habitación y cogí mi móvil para llamar a flo.
Flo: ¿Dónde coño estás?
Yo: recogiendo a tu copresentador.
Flo: ¿has conseguido dar con Dani?
Yo: si, ahora vamos hacia los estudios.
Flo: gracias, daros prisa y dile a Dani cuando venga que esta tarde no se escapa.

Justo cuando iba a colgar Dani apareció por el pasillo.
Yo: tranquilo ahora se lo digo…. Un beso.
Dani: ¿Quién era? –intrigado.
Yo: tu jefe…
Dani: esta muy enfadado ¿no?
Yo: me ha dicho que esta tarde no te escapas – dirigiéndome a la puerta – vamos.

Cogimos mi coche y a los 15 minutos estábamos en el plató.

Dani: eres un peligro…
Yo: calla –aparcando el coche en los estudios – teníamos prisa y lo sabes.
Dani: ya – frotándose las manos – bueno ahora me toca aguantar la bronca de los jefes – mostrando una sonrisa nerviosa.
Yo: que te sea leve…

Bajamos del coche y en la puerta nos estaban esperando gran parte del equipo. Nada más entrar una de las maquilladoras vino conmigo corriendo para intentar arreglar mi pelo empapado y maquillarme.

Desconozco como le fue a Dani con Flo y con Miki pero justo antes de empezar el programa me crucé con él por el pasillo y me dedico una sonrisa en señal de “todo esta bien”

Cuando termine de presentar mi reportaje y mientras estaban haciendo la sección de Berni, Dani me envió un whatshap.

“de alguna manera tengo que recompensarte todo lo que has hecho hoy por mi… ¿te vienes a cenar a casa?  
Tranquila no cocinaré yo ;)))”

Me apetecía aceptar su invitación pero había un pequeño problema:

“tengo repor…”

En seguida contestó.

“Eso no importa… simplemente cenaremos un poco más tarde! Te espero.”